De un tiempo a esta parte
le he estado dando vueltas a la utilidad de certificarse en ISO27001.
Conozco el estándar desde hace muchos años, tanto desde el punto de
vista de consultor como de auditor interno, de implantador y de
operador/administrador del SGSI (Sistema de Gestión de la Seguridad
de la Información). La teoría está clara; estar certificado te
permite contar con la confirmación de un tercero “independiente”
que garantiza que el sistema de gestión de la información de tu
organización cumple con los requisitos del estándar. Esto se supone
que ha de ser una ventaja competitiva frente a otros competidores no
certificados debido al aumento de confianza que el sello debería
proporcionar en clientes y proveedores.
Y aunque puede que esto
sea cierto en algunos casos, pero en mi opinión, no lo es en la
mayoría. La ISO27001 sigue siendo una gran desconocida fuera del
sector de TI y en muchos casos también dentro del propio sector. Así
mismo, es muy raro el caso en el que un pliego o una RFP exijan que
los proveedores estén certificados e incluso son raros los casos en
los que se indica que la certificación será tenida en cuenta en la
adjudicación del proyecto o servicio.
Estoy de acuerdo en que
hoy en día es indispensable para toda empresa contar con un SGSI si
se desean mitigar los riesgos que afectan a su información de una
forma eficiente, y la ISO27001 es una excelente opción (aunque no la
única) en la que basarlo. La ISO permite racionalizar los esfuerzos
que se dedican a la seguridad, de manera que se optimiza la reducción
de riesgo para una determinada inversión en seguridad. Además,
establece un ciclo de mejora continua que también es indispensable
para mantener unos niveles de seguridad aceptables a lo largo del
tiempo.
Sin embargo, debería
ponderarse con cuidado la decisión de abordar un proceso de
certificación, teniendo en cuenta los beneficios y los esfuerzos que
de ello se derivará. Dado que los auditores de certificación se
focalizan en formalismos (no puede ser de otra manera en una
auditoría de pocos días), puede ocurrir que los mayores esfuerzos
en la implantación del SGSI no se dediquen estrictamente a montar el
Sistema de Gestión más adecuado a nuestra organización, si no que
es frecuente que los mayores esfuerzos se dediquen a cumplir con
todos los formalismos documentales que exige la norma. Esto significa
además, que nuestro SGSI perderá flexibilidad, ya que una vez
adquirida la certificación no querremos arriesgarnos a perderla.
También hay que tener en
cuenta que todo el tinglado de la certificación y los certificadores
puede resultar en sí mismo perjudicial para el cumplimiento
efectivo del estándar. Por un lado tenemos empresas certificadoras
que se ganan la vida acreditando a las organizaciones y,
especialmente, recertificándolas año tras año. Además, son
competencias unas de las otras, por lo que cada una toma su rol.
Tenemos las empresas en las que todo el mundo sabe que es fácil
certificarse, y las empresas en las que se supone que es más difícil
hacerlo. En cualquier caso, todas comparten el mismo objetivo (y no
es mejorar la seguridad de sus clientes); certificar a tantas
empresas como sea posible y fidelizarlas para continuar
recertificándolas año tras año. Por otro lado, tenemos a los
auditores, autónomos subcontratados por las certificadoras, que en
muchas ocasiones realizan una interpretación extremadamente
subjetiva del estándar llegando a establecer no conformidades u
observaciones que en nada ayudan a mejorar la seguridad de la
Organización. Sin embargo, deben ser acometidas si se quiere
mantener la certificación. Creo que coincidiréis conmigo en que no
es el ecosistema más propicio para la mejora
En conclusión, aunque
puede ser muy beneficioso en determinadas circunstancias o para
determinadas organizaciones, pienso que se debe considerar
detalladamente hasta que punto los esfuerzos destinados a implantar o
mantener un SGSI certificable merecen la pena en la mayoría de los
casos. Si no tenemos claro que el hecho de certificar nuestro SGSI
vaya a tener un ROI aceptable, pienso que es mejor dedicar los
principales esfuerzos a tener un SGSI lo más eficaz y alineado con
nuestra organización posible aunque no cumpla todos los requisitos
necesarios para que la empresa certificadora de turno nos conceda su
sello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario