Es
muy frecuente que todo aquel que se interesa por primera vez en la
serie ISO 27000, se encuentre con algún problema al delimitar y
entender las fronteras y los ámbitos de las dos principales normas
que la componen.
El
primer concepto que debemos tener claro para aclarar nuestras dudas,
es el de SGSI. Un Sistema de Gestión
de la seguridad de la Información
(SGSI)
consiste en un conjunto de políticas y procedimientos que normalizan
la gestión de la seguridad de la información, bien de toda una
organización, bien de uno o varios de sus procesos de negocio. Es
importante tener siempre en mente que por seguridad de la información
se entiende el triple vector de confidencialidad, integridad y
disponibilidad de la misma. Un SGSI debe abordar de forma integral
estas tres vertientes de la seguridad de la información.
Existen
diversos estándares, marcos de trabajo o metodologías para
implantar y mantener un SGSI, pero sin duda la más socorrida es la
serie ISO 27000.
Este estándar internacional comprende todo un conjunto de normas
relacionadas con la seguridad de la información, de entre las que
destacan la ISO 27001
y la ISO 27002.
Y
según mi experiencia, aquí es donde empieza el lío para aquellos
que se enfrentan por primera vez a este estándar. ¿Qué diferencias
hay entre ambas o cómo se relacionan entre sí?
En
primer lugar, la ISO 27001
establece el marco de trabajo para definir un SGSI centrándose en la
visión de la gestión de la seguridad como un proceso continuo en el
tiempo. Para certificar un proceso u organización es necesario
analizar y gestionar los riesgos fundamentales a los que están
expuestos.
Una
vez se han identificado estos riesgos, se hará necesario establecer
la estrategia a seguir para cada uno de ellos. En este sentido, las
diferentes alternativas que tenemos para cada riesgo son:
- Evitar el riesgo, abandonando el proceso o actividad que lo genera cuando el riesgo excede a los beneficios que nos aporta.
- Traspasar el riesgo a terceros, por ejemplo, mediante cláusulas contractuales o pólizas de seguros.
- Gestionar el riesgo, estableciendo contra-medidas que mitiguen o limiten el riesgo, reduciendo la probabilidad de que se materialice y/o las consecuencias que de este se puedan derivar.
- Asumir el riesgo, aceptándolo cuando el establecimiento de las contra-medidas supere en coste al que pueda suponer la materialización del propio riesgo.
Otro
aspecto básico de la ISO 27001 es la gestión de la Seguridad de la
Información mediante procesos basados en el método de mejora
continua PDCA
(Plan, Do, Check, Act),
también conocido como círculo de Deming.
Este
método establece un procedimiento cíclico mediante el cual se
definen las medidas y controles de seguridad a implantar (Plan),
se procede a su implantación (Do),
se verifica y evalúa el éxito de los controles implantados para
detectar errores o áreas de mejora (Check)
y finalmente se modifican dichas medidas y controles en base a las
desviaciones detectadas en el paso anterior (Act).
Por
otro lado, la ISO 27002
consiste en una guía de buenas prácticas que permite a las
organizaciones mejorar la seguridad de su información. Con este
objetivo, define una serie de objetivos de seguridad que deberían
ser perseguidos por las organizaciones distribuidos en diferentes
dominios que abarcan de una forma integral todos los aspectos que han
de ser tenidos en cuenta por las organizaciones.
Estos
dominios que estructura la ISO
27002 son:
- La política de seguridad
- Los aspectos organizativos de la seguridad de la información
- La gestión de activos
- La seguridad ligada a los recursos humanos
- La seguridad física y ambiental
- La gestión de las comunicaciones y las operaciones
- Los controles de acceso a la información
- La adquisición, desarrollo y mantenimiento de los sistemas de información
- La gestión de incidentes en la seguridad de la información
- La gestión de la continuidad del negocio
- Los aspectos de cumplimiento legal y normativo
Se
debe señalar que la única norma a certificar de la serie es la ISO
27001. No así la ISO
27002 que como hemos comentado
tan sólo establece una serie de recomendaciones y buenas prácticas.
También
hay que tener presente que para lograr la certificación en ISO
27001 no es necesario implantar
todos los controles recomendados por la ISO
27002, si no que la organización
debe priorizar y seleccionar aquellos controles que se alineen con su
estrategia de riesgo, teniendo en cuenta la capacidad presupuestaria
de la organización y sus necesidades de negocio.
Por
último, creo importante el recordar las principales ventajas que una
certificación como la ISO 27001
puede aportar a las organizaciones que decidan abordarla:
- Establece un marco de gestión de la seguridad consistente e internacionalmente reconocido.
- Se garantizan los controles internos, los controles de requisitos de gestión corporativa y de continuidad de la actividad de negocio.
- Se demuestra el cumplimiento de leyes y normativas que apliquen a la organización.
- Ofrece interesantes ventajas competitivas al mostrar a los clientes que la seguridad de su información es primordial, promoviendo a su vez la confianza en las relaciones con terceros.
- Reduce los riesgos de seguridad de la información estableciendo un marco de gestión de la seguridad y sus riesgos.
- Demuestra el compromiso de la cúpula directiva de la organización con la seguridad de la información.
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